Por Manuel Gutiérrez
Suspenso. Cuando todos esperábamos que los Leopardaparecieran en el frente, comenzó una telenovela riesgosa en que siempre no.
Zelensky, el presidente de Ucrania pide con urgencia que les otorguen los tanques alemanes Leopard como una posibidadúnica de hacer frente a la anunciada macro-ofensiva que lanzará Putin sobre Ucrania, que se supone será con 200 mil hombres o más, tanques y blindados su segundo tercio de lo que le queda y aviones, y en que de no detenerla, podría desmoronarse toda su existencia militar ante la estrategia es saturar con tantos que no puedan evitar caer.
Sin embargo, el país fabricante, Alemania hace un juego y opta por retener sus preciados tanques de guerra, que se estima serán determinantes de la suerte de la guerra. Polonia y algunos países aliados están dispuestos a ceder a Ucrania sus tanques funcionales del tipo Leopard, en lo que Alemania decide entregar esos equipos o reservarse.
El costo de reservarse puede ser que la guerra se aproxime más si el muro de contención de Ucrania se desmorona. Esto consumirá más recursos y hará urgente la fabricación de más armas. Pero Olaf Scholz, Primer Ministro plantea el asunto como un negocio de tiempos de paz.
El primer punto es que construir el Leopard convoca a mil proveedores diversos. Otro punto es que todos ellos requieren el pago de sus productos, por lo que antes de tener el tanque, es necesario pagar su costo. La cadena de producción entonces si se pone en movimiento. Es de pensarse que si fuera la Tatcher de Alemania, AngelaMerckel, los tanques ya estuvieran saliendo de la línea porque finalmente son un cheque al portador.
Polonia, Finlandia e incluso Holanda aceptan y urgen el envio de estos tanques, cediéndolos de sus fuerzas de manera inmediata. Holanda sumó la iniciativa de enviar aviones F-16 para fortalecer el poder aéreo de defensa de Ucrania.
Sin embargo piden la aprobación del fabricante que es Alemania que otorgó un nuevo paquete de ayuda: 40 blindados Marder para traslado de infantería, sistemas de defensa Iris T SLM, y 7 tanques Gepard antiaéreos, suman 3,300 millones de euros, otorgados por el grupo Ramnstein, una sub-OTAN especializada que toca temas de asistencia, tecnología, comercio y defensa.
Con este revés, la esperanza de Ucrania en lo que corre el reloj en el caso de afrontar una macro-ofensiva total de Rusia, la esperanza está en que las fuerzas aliadas cedan tanques de este tipo que tienen 13 países europeos, aunque se estima que Hungría no aportará nada por su relación del Viktor Orban, primer ministro con Putin. España se negó a donar estos equipos aduciendo que estaban en estado desolador.
Un Leopard, mide 7,7 metros de largo, 3.7 metros de ancho, tiene 1500 hp, pesa 60.7 toneladas, y una velocidad promedio de 70kph, con una autonomía de 340 kilómetros. Requiere 4 tripulantes, tiene un cañon de 120 mm. Y a este sumarían los Challenger de Gran Bretaña, que se añadan con gran autonomía de 550 kilómetros, pero baja velocidad de 37kph. Y artillería similar.
Enfrente al T-80 y T-90 el más avanzado al servicio del Zar, más ligeros con 4.2 y 4.6 toneladas, una potencia de motor similar, 3 tripulantes y un cañon más grande de 120 mm y muy buen alcance de 415 a 550 kilómetros.
El asunto es que los expertos dan confianza al Leopard por encima de los rusos. Es decir una versión anticuada denominada 2 letra A4, basta para contener tanques rusos T-72 u otros. Existen unos 3,500 tanques Leopard en servicio en diferentes ejércitos de toda Europa, los países prestos a cederlos, ya se han mencionado. El pueblo alemán por cierto pide a su gobierno que ceda esos tanques.
Los costos son importantes, en tanque alemán cuesta 5.15 millones de euros, el Challenger 4.81 millones, en tanto el T-90 cuesta 3.93 millones de euros, y el T-80 2.77 millones.
Muchos países anteriormente parte del imperio soviético como Eslovaquia iniciaron un proceso de cambio al felino, entregando piezas rusas. Las versiones son importantes: La invendible por ahora por secretos militares –dicen que avanzada robótica- es el Leopard terminación A7 V, de acceso a la OTAN, la versión intermedia, que se considera ideal para Ucrania, será la 6M, aunque estas ya son palabras mayores.
Alemania tiene sus talleres llenos, en que se reparan estos tanques y los Abrams, de Estados Unidos. Los nuevos saldrían si se pagan antes a fines del 24, lo podría ser muy tarde para la guerra de Ucrania.
Por ejemplo el cañon lo hace Rheinmetal, la caja de cambios es Renk, y estas piezas deben estar antes de armar el resto del tanque por Krauss-Maffei Wegman, que es el que ensambla todo.
Zelenksky en tanto obtuvo acceso a secretos militares de los servicios de inteligencia aliados para evaluar sus fuerzas. De todo modo sigue pidiendo los tanques de dónde vengan, ya que no se tranquilizó con lo que supo. Claro que de fracasar la macro ofensiva, Rusia quedará exhausta y con solamente un tercio de equipos.
La situación en tanto es tensa, pero es en las mesas de negociación, y en las trabas para dotar equipo que la guerra puede tener un revés inesperado, pese a las exitosas ofensivas de Ucrania en recuperar terreno, esos titubeos pueden ser peores que una derrota en el frente, porque los que se juegan su vida, son ellos y el reloj está haciendo que las horas sean más cortas, en tanto los invadidos sienten que son horas más largas en ascuas de si podrán parar o no lo que venga del Este o del Sur en escalas no vistas hasta ahora, en un punto de quiebre de la guerra ya muy próximo.
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